¿Te acuerdas de Eddie Pope?

- Durante once años tuvo el honor de defender la bandera de los Estados Unidos sobre los terrenos de juego. Por su buena forma física parecía que iba a jugar eternamente y superar los récords de apariciones con el equipo nacional, pero finalmente se quedó con 82 partidos internacionales, muy cerca de los más destacados.
En todos sus años como profesional no pasó de jugar en las competiciones norteamericanas, puesto que nunca probó suerte fuera de su país. Compitió en la MLS con el DC United, los Metrostars y con el Real Salt Lake.

George Edward Pope es natural de Greensboro, Carolina del Norte (EE.UU.), donde vino al mundo en vísperas de Navidad, el 24 de diciembre de 1973. No tardaría en demostrar que había nacido para dedicarse al fútbol, y eso que también practicó otros deportes.

Era todo potencia. También conocido como "Eddie", normalmente jugaba como defensa central, pero otra posición en la que destacaba era en la de lateral derecho, donde explotaba sus mejores cualidades: la velocidad, la potencia y su poderío físico. Pope siempre derrochó energía sobre el terreno de juego, era un incansable pulmón.
En el centro de la zaga siempre se mostró contundente, serio, rápido e insistente en los marcajes. En ocasiones se animaba en ataque, pero raras veces descuidaba sus tareas defensivas, pues este central siempre fue muy ordenado.

Asistió a Southwest Guilford High School a comienzos de los noventa. Allí empezaría a destacar como futbolista y luego entró a formar parte del North Carolina Tar Heels, equipo que por entonces dirigía Mack Brown.

Pronto recibió el reconocimiento de muchos. Fue citado en el All-American y recibió los honores de All-ACC y All-South Region. Esos serían sus primeros pasos antes de dar el salto profesional, entrando a formar parte del DC United en 1996, con la Major League Soccer recién constituida por los organizadores norteamericanos.
Pope empezaría a jugar sus primeros partidos en el afamado torneo. Durante su primera temporada en Washington fue compaginando sus apariciones con el club profesional y el equipo olímpico de los Estados Unidos.

A pesar de centrarse en su preparación olímpica de cara a los JJ.OO. de Los Ángeles, Eddie Pope tuvo dieciocho apariciones con el DC United y conquistó el campeonato de la MLS anotando el gol de oro en la Copa del torneo contra Los Ángeles Galaxy.

En poco tiempo consiguió figurar como el mejor zaguero de la máxima categoría estadounidense. En el equipo de Washington permaneció gran parte de su carrera, jugando durante seis temporadas un total de 143 partidos en los que marcó ocho goles.
Pese a que sus últimos años estuvieron marcados por las lesiones, al jugador no pararon de llegarle ofertas de varios clubes, incluso de equipos extranjeros. Finalmente se decantó por los Metrostars al que se incorporó en 2003.

A medida que seguía teniendo apariciones con el equipo nacional, Pope fue manteniendo su nivel jugando para la escuadra de Nueva York, en la que estuvo durante una campaña participando en 42 partidos del campeonato norteamericano.

Tras un año de inactividad con los Metrostars, aunque aún reconocido como uno de los mejores jugadores de la MLS, Eddie se marchó al Real Salt Lake, disciplina con la que aún jugaría durante tres temporadas. Después de 69 encuentro oficiales y sus dos últimos goles como profesional, Pope decidió retirarse del fútbol en activo en 2007, con 34 años de edad.

Con el equipo nacional de USA, Pope ganó la Copa de Oro de la Concacaf en 2005.

- Además de su experiencia olímpica, Pope entró a formar parte del equipo de los Estados Unidos para asistir a los eventos internacionales de mayor importancia. El 10 de noviembre de 1996 se estrenó en un partido clasificatorio de cara al Mundial de Francia 98, frente a la selección de Trinidad & Tobago.

Hasta 82 partidos llegó a jugar para el combinado norteamericano, con el que hizo ocho tantos. Además de conseguir la Copa de Oro de la Concacaf en 2005, Eddie participó en tres Copas del Mundo con USA, la de Francia 98, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006.