miércoles, 8 de noviembre de 2017

¿Te acuerdas de Tony Meola?



- Para muchos es el mejor portero que ha podido cuidar los palos de la selección de los Estados Unidos y, de hecho, les hizo chupar banquillo a hombres de la talla de Brad Friedel o Kasey Keller, entre otros.
Su internacionalidad se cerró con cien partidos internacionales en sus casi veinte años actuando para el equipo nacional de USA. Formó parte de la expedición que intervino en el Mundial de Italia y en el que los Estados Unidos hizo como anfitrión en 1994. Desde luego que es una de las mayores leyendas del fútbol norteamericano.

Antonio Michael Meola, "Tony Meola" era un gran atleta, un amante del deporte que además de fútbol jugó al béisbol, rugby y baloncesto. Que su padre fuera futbolista en la Serie B italiana, influyó tal vez para que este arquero acabase dedicándose por completo al fútbol, deporte en el que destacó desde que se inició.

Meola durante el Mundial de Italia 90. 
- Meola nació el 21 de febrero de 1969 en el estado de Nueva Jersey, en Belleville (EE.UU.). Su padre era italiano y jugó en el Avellino, entre otros equipos. Su hijo quiso seguir sus pasos deportivos pese a que llegó a jugar para los Yankees de Nueva York, además de capitanear al equipo de baloncesto a nivel escolar.
Asistió a la Universidad de Virginia gracias una beca deportiva obtenida por su dedicación al fútbol y al béisbol. Empezó a jugar para los Cavaliers y destacó como un grandísimo guardameta que en pocos años sería una estrella del fútbol estadounidense.
El Mundial de Italia estaba a la vuelta de la esquina y en su etapa universitaria llegó a convencer al seleccionador de USA, Bob Gansler. Para el técnico no hubo mucho que pensar. Aquel chaval con cara de niño y corpulento se ganaría el respeto de muchos aficionados al fútbol. Era un meta seguro, ágil, con reflejos y mucho carácter.
Hay que destacar sus extravagantes rasgos, ya que Meola se acostumbró a sorprendernos con sus extraños cambios de look. Pasó de lucir un peinado de malote de barrio, a llevar una gran coleta que junto a su masa corporal llegó a sorprender a todo el mundo. Pero como esto no es una agencia de moda, vamos a centrarnos en su carrera futbolística que para nada desmerece.

Tras disputarse el Mundial de Italia 90, con Alemania de campeona, a Tony le llovieron ofertas desde Europa. El cancerbero viajó a Inglaterra para jugar en el Brighton & Hove Albion, escuadra en la que solamente tendría once oportunidades para actuar bajo palos, y para ello tuvo que aguardar a la lesión de Perry Digweed.

Después pasó por el Watford, donde no encontraría sitio en la plantilla. Entonces regresaría a los Estados Unidos y se incorporó al Fort Lauderdale Strikers, equipo en el que pudo mantener la forma antes del Mundial de USA 94.
Por cierto, otro deporte que practicó nuestro protagonista de hoy es el fútbol sala, en el que tuvo que sumergirse para seguir manteniendo la forma jugando para el Buffalo Blizzard. En este equipo jugó durante el curso 1994\95.

En 1995 volvió al fútbol para jugar en el Rough Riders de Long Island. En 1996 se dio formato a la Major League Soccer y Meola pasó a representar al Metrostars, donde estuvo dos temporadas participando en noventa partidos.

Tony Meola siguió en su país. Estuvo cinco campañas jugando para el Sporting Kansas City mientras continuaba acudiendo a citas internacionales con la selección norteamericana. Una lesión no le permitió tener mucho protagonismo en su primer año, pero poco a poco fue recuperándose hasta conseguir hacerse con la titularidad.
Consiguió ser nominado como Mejor Portero del Año y mantuvo su puerta a cero durante dieciséis jornadas seguidas, un récord difícil de batir. Su larga estancia en el conjunto de Kansas concluiría en 2004, habiendo participado en 125 partidos de la MLS.

Durante la temporada 2005\06 estuvo muy activo jugando para los New York Red Bulls, con los que disputó 35 partidos a muy buen nivel. Quiso seguir haciendo deporte dedicándose nuevamente al fútbol sala en Nueva Jersey, donde jugó con los Ironmen hasta 2008, momento en el que dejaría actuar profesionalmente para desempeñar otras facetas como las de entrenar o ejercer de comentarista deportivo.

Momento en el que Tony Meola ataja un disparo en un partido internacional con la selección de EE.UU.

- Pero no podemos olvidarnos de la experiencia internacional de Tony Meola, el portero más legendario de la selección estadounidense. En ella hizo su debut el 10 de junio de 1988 contra Ecuador. Tony seguiría siendo el guardián norteamericano durante dieciocho años, siempre dedicando su profesionalidad y esfuerzo.

Participó en exactamente un centenar de partidos, compitió muy joven en el Mundial de Italia 90 y también lo hizo en el de USA 94 luciendo su llamativa cola de caballo. Hasta 2006 quiso seguir defendiendo la bandera de su país, aunque no volvería a participar en ningún Mundial más.

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