- Todo futbolista puede esconder alguna simpática anécdota que le convierte en una leyenda inolvidable, eso es lo bonito de este deporte. Lettieri se buscó un nuevo amigo que le diera suerte, una especie de amuleto que le acompañó en las rondas clasificatorias de cara al Munidal de México y, con la clasificación ganada, en el mismo torneo intercontinental. Ese amigo era un muñeco de trapo, un simpático y colorido loro con el que guardó la portería de la selección canadiense.
Detrás de esa ave sin vida y Tino hay una historia escrita con letras de oro, la primera participación de Canadá en una Copa del Mundo. Martino Lettieri nació en la ciudad de Bari (Italia), el 27 de septiembre de 1957.
Era un guardameta de estatura baja pero con mucho talento para atrapar balones. Tenía carácter alocado pero sereno bajo palos, era un seguro en la portería y todo carisma. A veces se adornaba en demasía para realizar sus estiradas, pero eso es algo de lo que suelen abusar incluso los mejores porteros del mundo.
Aunque nació en el país de la bota, Tino se crió y educó en tierras canadienses. En 1977 se trasladó a los Estados Unidos para incorporarse al Minnesota Kicks, donde estaría completando su formación para debutar en la North American Soccer League.
Con el club de Minnesota sumó 88 apariciones en sus tres primeros años como profesional. Pero como este guardameta era un poco de trasero inquieto, en 1981 volvió a Canadá para fichar por el Vancouver Whitecaps, después de un año jugando en patio interior con los Kicks.
De hecho, toda su carrera transcurrió de esta manera, calzándose los guantes para jugar en las modalidades de fútbol once y fútbol sala con todos los equipos por los que pasó. Con los Whitecaps también lo hizo.
Por estar dedicándose en cuerpo y alma al fútbol Indoor, Lettieri conseguiría llamar la atención del seleccionador canadiense Tony Waiters. En el último semestre de 1985 y tras dejar en el camino a Haití y a Guatemala por la Primera Ronda de las Eliminatorias de la CONCACAF, el técnico requirió la presencia del meta italiano.
Martino aceptó la solicitud del entrenador y se llevó su loro consigo para traerle suerte en los últimos compases de la clasificación mundialista. Waiters consideraba que Paul Dolan era aún bastante joven, puesno llegaba a la mayoría de edad, así que Lettieri sería su gran apuesta para México.
No obstante, el arquero de Bari se negaría a participar en la puesta a punto con la selección canadiense y no viajó a México con el Mundial a la vuelta de la esquina. La razón fue que se hallaba completando su campaña con los Strikers de Minnesota, y es que así de profesional era Tino Lettieri.
Aquel sería el motivo por el que nuestro protagonista no aparecería en el primer partido de México 86 frente a Francia, siendo el joven Dolan el encargado de frenar el ataque galo. El resto de partidos de la fase de grupos serían para el italiano.
Lettieri, volviendo a su carrera a nivel de clubes, concluyó su estancia en el Vancouver Whitecaps para jugar en el Minnesota Strikers y posteriormente en los Hamilton Steelers, con los que dio por concluida su vida deportiva a finales de los ochenta.
El guardameta se jubilaría un poco más tarde que su amigo "Ozzie" (así llamaba al peluche). Acostumbrado a tenerlo en la parte posterior de su red durante los partidos, Tino vio como injustamente la NASL prohibiría la presencia del simpático lorito en 1985, normas absurdas que tienen a veces los organizadores del deporte.
Aún contaba con ofertas para seguir jugando al fútbol, pues no llegaba a los treinta de edad. Sin embargo, el ya ex-jugador decidiría abrir un negocio, un restaurante al que llamó "Tino´s Café Pizzeria".
Partido entre la selección soviética y Canadá, con Tino Lettieri en un primer plano. |
- Su experiencia internacional se resume en 24 partidos. A partir de los inicios de la década de los ochenta empezaría a jugar sus primeros encuentros con el equipo de Canadá, y siguió haciéndolo con el Mundial ya cerca tras recibir la llamada de Waiters.
Una vez preparado para afrontar su primer reto mundialista, Lettieri jugó el segundo partido de la fase de grupos ante Hungría, en el que encajó dos goles. Los mismos le endosó la Unión Soviética, poniendo así punto y final a la única participación canadiense en la Copa del Mundo. Posteriormente al evento, Tino no volvería a jugar para el equipo nacional.
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