- Balboa es uno de los futbolistas que más me impactaron durante mi infancia. Con ese apellido de boxeador cinematográfico, se descubrió como uno de los mejores futbolistas de una selección estadounidense que empezaría a darse a conocer en las competiciones internacionales entre comienzos y finales de la década de los noventa.
Además de participar en los Mundiales de Italia 90, USA 94 y Francia 98, este centrocampista es uno de los hombres con más partidos para el equipo nacional de los Estados Unidos, ocupando el quinto lugar de la tabla histórica con 128 participaciones.
Es curioso que este futbolista no haya llegado a Europa. A lo largo de su trayectoria a jugado para equipos como San Diego Nomads, Bay Blackhawks, Colorado Foxes y Metrostars. Conoció la recién nacida MLS y también tuvo una breve experiencia en México jugando para el Club León, donde estuvo un año.
Marcelo Balboa tuvo sus pinitos como entrenador, pero quiso seguir ligado al fútbol de otra manera, comentando partidos tanto en la radio como en televisión. Para él la vida es el fútbol. Es de ascendencia argentina pero nació en los Estados Unidos, concretamente en la gran ciudad de Chicago, Illinois, el 8 de agosto de 1967.
Creció en en Cerritos, California, y jugó al fútbol en el Fram-Culver, con el que ganó la Copa McGuire 1986. Contó con la colaboración de su padre, que en su día fue futbolista profesional en Argentina y compitió en la NASL con los Chicago Mustangs. Entrenando al joven Marcelo le guió hacia el estrellato.
Así lo convirtió en un versátil jugador, capaz de actuar por el centro del campo, como defensa central y como líbero, una demarcación ya extinta. Sus mejores cualidades eran las de mover el balón, organizar el juego y hacer magníficas asistencias.
En 1985, Balboa se graduó en Cerritos High School y asistió a un colegio comunitario local, donde estuvo hasta 1987 antes de ingresar en la Universidad Estatal de San Diego. Allí jugaría para los Aztecs, y una vez graduado se uniría a los Nomads.
Compitió en la Western Soccer League antes de tener su primera cita mundialista en Italia. Ser el jugador más valioso de la competición americana le valió para figurar entre los mejores futbolistas estadounidenses.
En 1989 se mudaría a San Francisco para fichar por los Bay Blackhawks, de la American Professional Soccer League. Con estos solamente tendría quince apariciones en las que sumó siete goles. Ya en 1992 estaría jugando para los Colorado Foxes, con los que tuvo números parecidos.
Después vendría su corta experiencia en el extranjero. Balboa se fue a México para probar suerte con el Club León, y allí compitió a buen nivel durante el curso 1994\95, cumpliendo con un total de 53 apariciones en las que marcó tres goles.
Regresó a su país y fichó por los Rapids de Colorado en 1996. Lideró esta escuadra en los primeros pasos por la Major League Soccer, siendo nuevamente un jugador importante que afrontaría su tercer Mundial en 1998. En este club para el que trabajaría años después como directivo, Marcelo hizo 24 goles y participó en 151 partidos.
Su último equipo sería el Metrostars, a donde se trasladó en 2002 para vivir su recta final como futbolista. Las lesiones hicieron mella y el jugador no podría participar más que en los cinco minutos de un partido. Sin finalizar el curso daría por terminada su carrera como futbolista.
Hasta en tres Copas del Mundo llegó a participar Marcelo Balboa con la selección norteamericana. |
- Hay que reconocer los méritos de un futbolista como Marcelo Balboa, físicamente un toro con calidad y pase que dio sus primeros pasos internacionales un 10 de enero de 1988, en un partido frente a la selección de Guatemala.
Durante sus doce años con la selección estadounidense jugó 128 partidos e hizo trece goles. Fue uno de los jugadores que más veces vistieron la elástica de las barras y estrellas, participando en tres Copas del Mundo: en Italia 90, USA 94 y Francia 98. Jugadores como él volvieron a darle la oportunidad a su país de disfrutar de un Mundial, torneo en el que USA no participaba desde 1950.
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