¿Te acuerdas de Lars Hirschfeld?

- Impresionante es su periplo por el fútbol mundial, jugando para infinitos clubes en diversos países como Alemania, Inglaterra, Escocia, Noruega y Rumanía. En esa dilatada experiencia por Europa, Lars aprendió mucho sobre el fútbol y una extensa participación internacional con Canadá de más de quince años.
No obstante, el meta no lo tuvo muy fácil para sumar internacionalidades, ya que estuvo a la sombra de otros arqueros como Pat Onstad, Milan Borjan o Kenny Stamatopoulos, hombres también curtidos en mil batallas.

Lars Justin Hirschfeld, de nombre muy nórdico y ascendencia alemana, nació en Edmonton, Alberta (Canadá), el 17 de octubre de 1978. Su formación inicial fue más bien como jugador de fútbol sala, aunque sus pasos más competitivos los dio desarrollando su formación con el Edmonton Ital-Canadians.

En patio interior estuvo compitiendo durante el curso 1997\98, como miembro del Edmonton Drillers. Quizás fue en ese tipo de canchas donde Hirschfeld ganó tantos reflejos y una serenidad increíble que le llevó a ser profesional.
Metro noventa de estatura y muy buenas condiciones físicas para lidiar con los mejores delanteros. A veces ha presentado serios problemas en el uno contra uno, pero su seguridad bajo palos hizo que encajase muy pocos goles en los momentos cruciales de su vida deportiva. Lo malo es que nunca se estabilizo en ningún equipo.

Sus constantes viajes llegaron después de jugar al fútbol sala. A finales de los noventa viajó a Alemania y se instaló en Brandeburgo para probar suerte con el Energie Cottbus. Sin embargo nunca llegó a jugar para el primer equipo, compitiendo durante año y medio para el equipo filial.

Hirschfeld volvió a Canadá para jugar en el Calgary Storm y Vancouver Whitecaps. por entonces ya había tenido sus primeras citas internacionales con la selección canadiense, y sus más de cien partidos como profesional en las competiciones norteamericanas le devolverían la oportunidad de probar suerte en Europa.
Llegó a Inglaterra y fichó por el Tottenham Hotspur, aunque no tendría sitio en la primera plantilla y desde el club se decidió cederlo a otros clubes ingleses. Posteriormente jugaría para el Luton Town y Gillingham.

En 2004 aterrizaría en Escocia para incorporarse al Dundee United. En este equipo corrió la misma suerte que en los anteriores, figurando como un recambio de banquillo que tan solo participaría en dos partidos de la Premier escocesa.

Tuvo un breve retorno a Inglaterra para jugar en el Leicester City, por entonces más modesto que hoy en día. Allí tampoco tendría suerte, ya que apenas tendría oportunidades. Es por ello que se marcharía a Noruega, país donde jugaría durante poco más de un año.
Tras militar en las filas del Tromsø y Rosenborg, siendo en este último bastante destacado, Hirschfeld intentaría probarse a sí mismo en la liga rumana jugando para el CFR Cluj, pero una vez más elegiría el camino equivocado al convertirse en un cancerbero de recambio, así que en el mes de junio de 2009 se marcharía de Rumanía.

Volvió al  Energie Cottbus y una vez más se quedaría sin jugar. Tras aquella última intentona en la liga alemana, Lars quiso darse otra oportunidad en la Tippeligaen noruega, donde estuvo cinco años jugando para el Vålerenga recuperando el protagonismo perdido. Consciente de que solo le iba bien en tierras escandinavas, el canadiense se quedó en Noruega para jugar en el KFUM-Kameratene Oslo, el último club de un largo viaje por toda Europa.

Hirschfeld contempla como un balón se cuela en su meta durante un partido internacional con Canadá.

- Pues anda que no ha cogido aviones este futbolista a lo largo de su carrera, y si tenemos en cuenta sus viajes como internacional, la cosa ya se torna mareante. Lars Hirschfeld ha representado a la selección de Canadá durante diecisiete años, llegando a participar en un total de 48 partidos, mas los que cinco que tuvo con el equipo Sub-23.

El gran salto de este arquerp con Canadá llegó en la Copa Oro CONCACAF 2002, donde fue nombrado el mejor portero del torneo después de encajar solo cuatro goles en cinco partidos y realizar magníficas intervenciones en las semifinales contra Estados Unidos. Por lo demás, casi siempre figuró como portero suplente, algo a lo que ya se acostumbró en su etapa a nivel de clubes.